La lucha entre el bien y el mal
es algo de todos los días, uno no existe sin el otro, y a mí me tocaba la parte
más dura, darle una gran paliza a los villanos de Mexican Nopals, así se llama
mi cuidad, que mas puedo decir, todo en honor a los fundadores que
sobrevivieron a base de nopales, además de que somos familias de sangre
mexicana.
Era una mañana como cualquier
otra cuando me fui al colegio, llegue y me senté en mi butaca, la cual estaba
en la esquina más lejana del salón como de costumbre, no tenía amigos. El profesor de Filosofía entro acompañado de
un chico demasiado atractivo para ser real, tenía un rostro con rasgos
perfectos y unos ojos negro que hipnotizaban, alto, cabello cobrizo y
alborotado, era simplemente perfecto a su manera, aunque había algo en su
mirada que no podía descifrar, algo que me dejaba desarmada, aunque era una
mirada seria de aléjate-de-mi-o-te-mato. Que puedo decir, me gustan los chicos
malos. Le toco sentarse al frente de mi, todos me voltearon a ver, en especial
las chicas con cara de aléjate-de-el-yo-lo-vi-primero, es interesante ver como
sufren por insignificancias. Al acercarse a su nueva butaca alzo la vista
atrapando mi mirada, dándome una ligera sonrisa. Por un momento mi corazón se
paralizo, que me pasa?, nunca había
pasado algo así, dejarme deslumbrar por los demás no es lo mío.
Al terminar las clases me agache
para guardar mis cosas en mi mochila, al acabar y levantarme me tope con él, me
estaba mirando detenidamente, casi caigo al tropezarme dando un paso hacia atrás,
pero el instintivamente me atrajo a él para no caer, en un abrir y cerrar de
ojos ya estaba junto a su pecho, el olía estupendamente, una mezcla entre
madera y lavanda, al recuperar el hilo coherente de mis pensamientos me aleje
de él, tímidamente le di las gracias y salí corriendo del salón.
Esa tarde mientras estaba en mí
habitación sonó el timbre de ayuda, habían asaltado el banco, así que
rápidamente me puse mi súper traje color blanco y salí volando por la parte de
atrás, entre mis súper poderes estaban el volar, tener una súper fuerza, el
poder congelar las cosas y el don de cambiar de forma, el cual era muy útil
para algunas reuniones de padres de familia. Al llegar al banco todos estaban
tirados en el piso, había algo de fuego en los escritorios y en el piso, pero
de forma en la cual formaba un nombre… “Black Fire”, no sabía que significaba
eso por lo cual decidí apagarlo y ayudar a las personas en el piso, al
finalizar me dirigí al centro de vigilancia, en el cual pedí que me mostraran
los videos del banco, por ser “Nopalita Blanca” no me negaban nada, al verlos y
analizarlos de cerca pude ver que quien había hecho destrozos en el banco era
un nuevo villano, el cual al igual que yo llevaba un antifaz para ocultar su
identidad, solo que el de él era negro, al igual que el resto de su vestimenta,
prendió fuego con sus manos, eso significaba que también contaba con súper
poderes, nunca antes me había enfrentado a algo así, pero lo que más me llamo
la atención fue el color de su cabello, era idéntico al del chico nuevo,
solamente que él lo traía perfectamente arreglado.
Al otro día, cuando llegue al
salón no había nadie más que él, aún no lograba recordar su nombre, se acerco a
mí y me dijo: “Espero que hallas estado bien, ayer te fuiste muy rápido y no
pude siquiera presentarme, mi nombre es Alex y vengo de la antigua republica de
México”, me extendió su mano y la apreté ligeramente, fue algo raro, su
temperatura era mucho más alta que la mía, aunque claro eso era obvio, todos
tienes sangre caliente en comparación conmigo que era prácticamente mitad hielo,
pero había algo mas, como una corriente especial, el me sonrió ligeramente como
esperando a que también me presentara, “Mi nombre es Ana White, y yo soy de
aquí, bueno no aquí escuela, sino aquí ciudad”, nunca me había puesto nerviosa,
era algo diferente, el me seguía sonriendo cuando me dijo: “La verdad es que no
conozco a nadie de aquí y me gustaría ver si gustas ir conmigo por un café”.
Instantáneamente acepte y al salir de la escuela nos fuimos juntos, al salir
del salón todas las chicas me quedaron mirand
o verdes de envidia, la verdad es
que yo aun no lo podía creer, alguien tan guapo como el saliendo con alguien
como yo que solo usaba Jeans, playeras holgadas y unos convers, sin un solo
gramos de maquillaje, era… diferente.
Llegamos a una cafetería algo
retirada del centro, al estar en la puerta me miro y me dijo: “Confías en mí”,
asentí y entramos, era oscura básicamente, con algunas tenues luces y habían
varios villanos con los que había combatido, que lugar era este?. Uno de ellos
me miro y se volvió hacia Alex y le dijo: “Buen trabajo Black Fire”. Me quede
en shock, que demonios… Black Fire,
el me miró sorprendido también, el no sabía quién era yo pero yo ya sabía quién
era el, aun así me había traído a la casa del enemigo, como se atrevía?, me di
la vuelta y salí corriendo, primera vez que alguien en verdad me gusta y era el
enemigo, el me siguió, me tomo por el brazo y me atrajo hacia el besándome
sorpresivamente, era algo simplemente WOW, después puso su frente contra la mía
y me dijo: “No soy tan malo, realmente me gustas y no te quiero perder”, que se
supone que debía hacer, por una parte el también me gustaba y por otra estaba
la seguridad de la cuidad, quedarme con él sería demasiado egoísta pero algo en
él me impedía herirlo, así que me acerque y esta vez fui yo quien lo beso, para
después correr a casa.
El bien y el mal no pueden estar
juntos pero tampoco puede existir el uno sin el otro, entonces estar o no estar
junto, mientras pensaba el apareció en el balcón de mi habitación mirándome a
los ojos me dijo: “Se quién eres y tu sabes quién soy, no quiero herirte y
estoy seguro de que tu tampoco me quieres herir, solo queda una opción…”, se
quedo callado por un momento para después continuar hablando: “Hay demasiados
villanos y solo una heroína, quiero ayudarte, como te dije, no soy tan malo,
quiero cambiar mi camino, quiero ser… bueno, bueno para ti, hay algo en ti que
me dice que eres para mí”, era enserio?, no lo podía creer, solo pude
responder: “Polos opuestos se atraen”, se acerco y alzo mi barbilla para poder
verlo a los ojos y decir: “Blanco y Negro, creo que seremos un buen equipo…
juntos por siempre”.
Y desde entonces combatimos
hombro con hombro al mal pero el mal parece multiplicarse como una plaga,
siempre hay mas y mas, pero sé que con él a mi lado todo es posible, porque las
cosas pueden cambiar en un abrir y cerrar de ojos.
Quien dijo que el fuego y el
hielo no podían estar juntos?
FIN.