lunes, 15 de abril de 2013

Un contraste al amor


La lucha entre el bien y el mal es algo de todos los días, uno no existe sin el otro, y a mí me tocaba la parte más dura, darle una gran paliza a los villanos de Mexican Nopals, así se llama mi cuidad, que mas puedo decir, todo en honor a los fundadores que sobrevivieron a base de nopales, además de que somos familias de sangre mexicana.
Era una mañana como cualquier otra cuando me fui al colegio, llegue y me senté en mi butaca, la cual estaba en la esquina más lejana del salón como de costumbre, no tenía amigos.  El profesor de Filosofía entro acompañado de un chico demasiado atractivo para ser real, tenía un rostro con rasgos perfectos y unos ojos negro que hipnotizaban, alto, cabello cobrizo y alborotado, era simplemente perfecto a su manera, aunque había algo en su mirada que no podía descifrar, algo que me dejaba desarmada, aunque era una mirada seria de aléjate-de-mi-o-te-mato. Que puedo decir, me gustan los chicos malos. Le toco sentarse al frente de mi, todos me voltearon a ver, en especial las chicas con cara de aléjate-de-el-yo-lo-vi-primero, es interesante ver como sufren por insignificancias. Al acercarse a su nueva butaca alzo la vista atrapando mi mirada, dándome una ligera sonrisa. Por un momento mi corazón se paralizo, que me pasa?, nunca había pasado algo así, dejarme deslumbrar por los demás no es lo mío.
Al terminar las clases me agache para guardar mis cosas en mi mochila, al acabar y levantarme me tope con él, me estaba mirando detenidamente, casi caigo al tropezarme dando un paso hacia atrás, pero el instintivamente me atrajo a él para no caer, en un abrir y cerrar de ojos ya estaba junto a su pecho, el olía estupendamente, una mezcla entre madera y lavanda, al recuperar el hilo coherente de mis pensamientos me aleje de él, tímidamente le di las gracias y salí corriendo del salón.
Esa tarde mientras estaba en mí habitación sonó el timbre de ayuda, habían asaltado el banco, así que rápidamente me puse mi súper traje color blanco y salí volando por la parte de atrás, entre mis súper poderes estaban el volar, tener una súper fuerza, el poder congelar las cosas y el don de cambiar de forma, el cual era muy útil para algunas reuniones de padres de familia. Al llegar al banco todos estaban tirados en el piso, había algo de fuego en los escritorios y en el piso, pero de forma en la cual formaba un nombre… “Black Fire”, no sabía que significaba eso por lo cual decidí apagarlo y ayudar a las personas en el piso, al finalizar me dirigí al centro de vigilancia, en el cual pedí que me mostraran los videos del banco, por ser “Nopalita Blanca” no me negaban nada, al verlos y analizarlos de cerca pude ver que quien había hecho destrozos en el banco era un nuevo villano, el cual al igual que yo llevaba un antifaz para ocultar su identidad, solo que el de él era negro, al igual que el resto de su vestimenta, prendió fuego con sus manos, eso significaba que también contaba con súper poderes, nunca antes me había enfrentado a algo así, pero lo que más me llamo la atención fue el color de su cabello, era idéntico al del chico nuevo, solamente que él lo traía perfectamente arreglado.
Al otro día, cuando llegue al salón no había nadie más que él, aún no lograba recordar su nombre, se acerco a mí y me dijo: “Espero que hallas estado bien, ayer te fuiste muy rápido y no pude siquiera presentarme, mi nombre es Alex y vengo de la antigua republica de México”, me extendió su mano y la apreté ligeramente, fue algo raro, su temperatura era mucho más alta que la mía, aunque claro eso era obvio, todos tienes sangre caliente en comparación conmigo que era prácticamente mitad hielo, pero había algo mas, como una corriente especial, el me sonrió ligeramente como esperando a que también me presentara, “Mi nombre es Ana White, y yo soy de aquí, bueno no aquí escuela, sino aquí ciudad”, nunca me había puesto nerviosa, era algo diferente, el me seguía sonriendo cuando me dijo: “La verdad es que no conozco a nadie de aquí y me gustaría ver si gustas ir conmigo por un café”. Instantáneamente acepte y al salir de la escuela nos fuimos juntos, al salir del salón todas las chicas me quedaron mirand
o verdes de envidia, la verdad es que yo aun no lo podía creer, alguien tan guapo como el saliendo con alguien como yo que solo usaba Jeans, playeras holgadas y unos convers, sin un solo gramos de maquillaje, era… diferente.
Llegamos a una cafetería algo retirada del centro, al estar en la puerta me miro y me dijo: “Confías en mí”, asentí y entramos, era oscura básicamente, con algunas tenues luces y habían varios villanos con los que había combatido, que lugar era este?. Uno de ellos me miro y se volvió hacia Alex y le dijo: “Buen trabajo Black Fire”. Me quede en shock, que demonios… Black Fire, el me miró sorprendido también, el no sabía quién era yo pero yo ya sabía quién era el, aun así me había traído a la casa del enemigo, como se atrevía?, me di la vuelta y salí corriendo, primera vez          que alguien en verdad me gusta y era el enemigo, el me siguió, me tomo por el brazo y me atrajo hacia el besándome sorpresivamente, era algo simplemente WOW, después puso su frente contra la mía y me dijo: “No soy tan malo, realmente me gustas y no te quiero perder”, que se supone que debía hacer, por una parte el también me gustaba y por otra estaba la seguridad de la cuidad, quedarme con él sería demasiado egoísta pero algo en él me impedía herirlo, así que me acerque y esta vez fui yo quien lo beso, para después correr a casa.
El bien y el mal no pueden estar juntos pero tampoco puede existir el uno sin el otro, entonces estar o no estar junto, mientras pensaba el apareció en el balcón de mi habitación mirándome a los ojos me dijo: “Se quién eres y tu sabes quién soy, no quiero herirte y estoy seguro de que tu tampoco me quieres herir, solo queda una opción…”, se quedo callado por un momento para después continuar hablando: “Hay demasiados villanos y solo una heroína, quiero ayudarte, como te dije, no soy tan malo, quiero cambiar mi camino, quiero ser… bueno, bueno para ti, hay algo en ti que me dice que eres para mí”, era enserio?, no lo podía creer, solo pude responder: “Polos opuestos se atraen”, se acerco y alzo mi barbilla para poder verlo a los ojos y decir: “Blanco y Negro, creo que seremos un buen equipo… juntos por siempre”.
Y desde entonces combatimos hombro con hombro al mal pero el mal parece multiplicarse como una plaga, siempre hay mas y mas, pero sé que con él a mi lado todo es posible, porque las cosas pueden cambiar en un abrir y cerrar de ojos.
Quien dijo que el fuego y el hielo no podían estar juntos?
FIN.