La noche de ese día fue maravillosa por el hecho de
que por fin tuve una noche sin sueños raros, pude descansar tranquilamente a
tal grado que al despertar sentía como si apenas llevara 5 minutos durmiendo,
me arregle como de costumbre, y baje a desayunar, al salir de la casa estaba
Alexander sentado en la banqueta esperándome, no lo podía creer, volteo al
escuchar el ruido de la puerta cerrando y sus ojos se iluminaron, la sonrisa de
su rostro se ensancho, al verlo sonreír no pude evitar sonreír también, y algo
diferente paso, sentía como mis mejillas se llenaban de color, me estaba
sonrojando?, era algo nuevo para mí, además como no hacerlo si tenía un tulipán
rojo es su mano y al acercarme me lo ofreció agachando la mirada, también se
había sonrojado, lo cual lo hacía verse mas adorable, todo, absolutamente todo
esto era algo nuevo para mí y me agradaba.
Le di las gracias por el tulipán y me dijo: “Todos
los días te daré algo para demostrarte mi amor, porque te enamorare, me lo he
propuesto y pienso lograrlo, el ganarme un lugar especial en tu corazón será mi
meta, será todo un ARTE, porque viviré en cuerpo y alma para poder conquistarte
para que me ames tanto como yo a ti”. Me quedé pensando en el hecho de que
había dicho AMES, entonces si éramos algo más que amigos, lo cual me recordó
que tenía que preguntarle algo, así que lo mire a los ojos y le dije las cosas,
hay veces en que es mejor tomar al toro por los cuernos, así que le dije : A
todo esto… que somos?. El me miro sorprendido, y después hizo carita de niño
regañado y me dijo: “haz arruinado la sorpresa”, empezó a buscar entra las
cosas y su mochila hasta que encontró una pequeña bolsita de tela, me agarro la
mano y me dijo con una voz seductora: “cierra los ojos”, obviamente lo hice,
quería saber que planeaba hacer, de repente sentí como colocaba una pulsera en
mi muñeca, le pregunte que si podía abrir mis ojos ya y él respondió que no, yo
quería saber que era lo que hacía porque también se escuchaba el sonido de
papel arrugado… De repente dijo: “Ábrelos” y valla sorpresa que me lleve, el
estaba frente a mí con un gran cartel que decía “QUIERES SER MI GALA”, mire mi
mano y era un brazalete con 3 dijes, un era un pincel, otro una paleta y el
ultimo un lienzo, era simplemente perfecto, así que me acerque y lo abrace, el
me abrazo mas fuerte e inclino su cabeza sobre mi hombro, al tenerlo ahí le
susurre al oído: Prefiero ser tu novia, el se rió y me dio un beso en la mano,
para después decirme: “Gracias por concederme el enorme placer de ser parte de
su vida Señorita Hernández”, me ofreció su brazo y lo tome, y así nos fuimos
caminando a la escuela.
Todo el camino a la escuela me fue contando chistes
y haciéndome reír, el era tan perfecto, era aquello que nunca planee, lo que no
esperaba pero necesitaba, no era como si toda la vida hubiera estado
incompleta, más bien era como si algo llegara y complementara todo lo demás, mi
corazón era más grande ahora que el estaba en él.