viernes, 6 de junio de 2014

Carta sin destino.

    Amor... como me hubiera gustado poder llamarte así:

   Te quise como no tienes idea, tanto que creí que eras el amor de mi vida, en algún punto te ame más de la cuenta, pero me he cansado de esto, de sentir por ti algo que no es correspondido. 
   Por ti he realizado muchas cosas que van en contra de mi ideología, todo esto con la esperanza de que quizás algún día me quisieras, aunque sea una poco, como yo te quería. El problema fue que siempre espere lo mejor de ti, te puse en lo más alto de mis expectativas, te trate como lo mejor que jamás me había pasado. 
    Muchas veces espere algo de ti, esperaba a que tu quisieras pasar más tiempo conmigo, que quisieras salir a caminar, por un helado, por un café, incluso hubiera aceptado una cerveza a tu lado aunque muy bien sabes que la detestaba, pero jamás querías salir, te gustaba estar entre las cuatro paredes de tu habitación, y sabes... me canse!.
    Ya no puedo más, a tu lado me siento usada, y lo peor es que aún así seguí a tu lado por tanto tiempo, estoy harta de este masoquismo de estar a tu lado. Me canse de tus besos sin amor, de compartirte con todas, de amarte. 
    Quisiera odiarte, pero tu bien sabes que no puedo, prefiero mil veces odiarme por dejar que las cosas llegaran tan lejos antes que volver a sentir algo tan fuerte por ti. Te dejo porque a tu lado me siento como un juguete, usada y sucia, como algo que cuando ya no sirve puedes dejar a un lado para jugar con alguien mas.
     He intentado probar tu "estilo de vida", a pesar de que no me agradaba la idea, todo esto por ti. Intente darme mi amor en cada beso, en cada abrazo, cada mirada, cada suspiro, pero creo que de nada sirvió. Entre tus brazos, al sentir tu calor, al sentir tu protección, imaginaba que me querías, que quizá tu también me sentías, que me amabas, esos eran los momentos mas felices, pero cuando me soltabas, cuando me volvías a dejar, cuando volvías a ser tu, tan cortante conmigo tan coqueto con las demás... siempre terminaba llorando, jamás deje que me vieras así porque ya era bastante humillante el llorar para mi.
     Me gusta pensar que eras tan mio como yo era tan tuya, pero creo que tu nunca serás de nadie. Me quedo con el recuerdo de tus besos, tu aroma y tu calor. Espero algún día madures y logres sentar cabeza, que encuentres alguien que te ame y que seas muy feliz, y que nunca sufras ni llores como lo he hecho yo por ti.

Tuya, Nadie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario